miércoles, 24 de junio de 2009

recado del madamo

en otras de estas tortuosas hojas blancas me veo obligado a reconducirme por el movimiento que incognitiza, abultado en la glotis como tapón del bañado, entre erotismo y pornografía, escoltado del eterno voyeur , escapando de la lectura del universo plutoquisteano, plutor-cristiano, donde me surco anulado: me resuelvo de volverme hacia mi en ese movimiento que exaspera y redefine, en la multiplicidad y el peligro de cualquier cosa y como puta vieja, es decir jovenzuela que vuelve a casa de sus padres en Palermo. donde estribar el hecho del método que nos llevara a algún acto legitimo, entra tanta fingida libertad? Pues no será fácil, pues soy el primero en declararme el voyeur de este lapso pornográfico, para recobrar la ley del juego, y olvidarlo, en ese espanto del que pueda tomarlo, para hacer su pliegue inherente de su practica , su sigo, su higuera, su óseo, su deber y su irreverencia, su recobrarse en su formo ineditada, deambulada, noctámbula; mil veces mas prefiero el movimiento de la pornografía a verte escudada en tu forma de alumnada o alumnado mesurado , entre el chantaje, del supuesto del derecho presupuesto …. donde? Donde estas? Hacia donde ¿por que de hacerte otra vez desde este desgarro, porque el de reconducirte otra ves hacia algún inédito? ¿Cual es la garantía de hallarte en ese inédito por este constante? Estoy tachado me lo recuerdo, es mí deber, la regla única del juego: jugar, eyectar y esperando que mi trago burbujeante se complazca en mi garganta, sedosa, con la amistad de algún buen amigo en un bar. hablando de alguna bienvenida pelotudes y mirando un traste con mi inercia cotidiana de animal estúpido y acostumbrado, aguardando el absurdo de mi erizo, mi narciso mi esclavo, mi libertad, y mi llanto,,,, en este momento: la concha de tu madre, me lo recuerdo te lo recuerdo, la concha de tu madre, que los mocos lo recuerdan garrapateando este instante que se prefigura en método.

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