miércoles, 24 de junio de 2009

necrologica

nota necrologica: por motivos de la muerte de Heraldo un constructor de mesas para computadoras, quien se casaría con vitoria, con quien tendría 5 hijos entre ellos dos mujeres, una de las cuales seria una eterna solterona, y la otra una luchadora voraz por los derechos de los animales del zoológico, zoológico en el cual conocería Marcelo, el hombre que mancillara sus pesares, por lo menos, hasta después del nacimiento de sus tres hijas, la tercera hija de este matrimonio norma, viviría en su casa hasta los 25 años y repentinamente se escaparía a buscar la dulzura de un amor desconocido en su viaje , así conocería Roberto, quien vivía a la vuelta de su casa durante sus 25 años, quien habría emprendido un viaje por el mismo motivo, y con quien se casaría en el exilio, y tendría ocho hijos tres baroncitos y cinco niñas, de las cuales la menor seria cadeta y andaría en bicicleta, tres años de su vida hasta adquirir su motoneta, con la cual un dia llevaría, una carta urgente junto con un paquete, para la tía de Maria, que también se llamaba Maria, como las siete hijas mujeres que tenían, y todas ellas festejarían la noticia del casamiento de estefan, la ultima de las hijas solteras que le quedaba a Rómulo, un acaudalado propietario, que tendría una hija hermosa, marita, única hija del matrimonio, quien un DIA conocería al amor de su vida firulain, a trabes de un amigo intimo de ella; Heraldo,,, el constructor de sillas para computadoras, que se casaría con vitoria, con quien tendría cinco hijos entre ellos dos mujeres una de las cuales seria una eterna solterona y la otra una luchadora voraz por los derechos de los animales del zoológico. zoológico en el cual conoceriaaa.... pero bueno no nos desviemos... la noticia del fallecimiento de Heraldo, a dejado al buen señor firulain, rotundamente amargado, ha tenido un complicado cuadro depresivo, y visto que no tiene fuerzas para levantarse de su lecho, a decidido posponer la fecha de velorio hasta nuevo aviso. Y como grito desesperado de su convaleciente espiritu… y para no ser digamos tragado por una crisis nerviosa. ha propuesto una fiesta. en su propia casa. que ya todos conocemos invitando a todo el que quiera venir. la fiesta se realizara a partir de las 10. y tiene por obligacion venir disfrazado. Procurando el bienestar de nuestro querido compañero se los espera. Muchas gracias, el madamo.

recado del madamo

en otras de estas tortuosas hojas blancas me veo obligado a reconducirme por el movimiento que incognitiza, abultado en la glotis como tapón del bañado, entre erotismo y pornografía, escoltado del eterno voyeur , escapando de la lectura del universo plutoquisteano, plutor-cristiano, donde me surco anulado: me resuelvo de volverme hacia mi en ese movimiento que exaspera y redefine, en la multiplicidad y el peligro de cualquier cosa y como puta vieja, es decir jovenzuela que vuelve a casa de sus padres en Palermo. donde estribar el hecho del método que nos llevara a algún acto legitimo, entra tanta fingida libertad? Pues no será fácil, pues soy el primero en declararme el voyeur de este lapso pornográfico, para recobrar la ley del juego, y olvidarlo, en ese espanto del que pueda tomarlo, para hacer su pliegue inherente de su practica , su sigo, su higuera, su óseo, su deber y su irreverencia, su recobrarse en su formo ineditada, deambulada, noctámbula; mil veces mas prefiero el movimiento de la pornografía a verte escudada en tu forma de alumnada o alumnado mesurado , entre el chantaje, del supuesto del derecho presupuesto …. donde? Donde estas? Hacia donde ¿por que de hacerte otra vez desde este desgarro, porque el de reconducirte otra ves hacia algún inédito? ¿Cual es la garantía de hallarte en ese inédito por este constante? Estoy tachado me lo recuerdo, es mí deber, la regla única del juego: jugar, eyectar y esperando que mi trago burbujeante se complazca en mi garganta, sedosa, con la amistad de algún buen amigo en un bar. hablando de alguna bienvenida pelotudes y mirando un traste con mi inercia cotidiana de animal estúpido y acostumbrado, aguardando el absurdo de mi erizo, mi narciso mi esclavo, mi libertad, y mi llanto,,,, en este momento: la concha de tu madre, me lo recuerdo te lo recuerdo, la concha de tu madre, que los mocos lo recuerdan garrapateando este instante que se prefigura en método.